Hoy quiero hablaros de un tema que creo es muy común, y a la vez desconocido.
Onicofagia (del griego ονυξ onyx, 'uña' y φαγειν phagein, 'comer'), o lo que es lo mismo: comerse las uñas.
Todo el mundo sabe que es, conoce a alguien que se muerde las uñas o el/ella mism@ se las come. Hasta ahí la parte común. Ahora bien, ¿que pasa si nos mordemos las uñas?
Esta es la parte desconocida, creo que muchas personas que se muerden las uñas no son conscientes de todas las consecuencias. Así que hoy las expondré, me parece un tema interesante para todas las personas, se muerdan o no las uñas.
Vamos al principio: ¿Por que nos mordemos las uñas?
Es una patología de carácter psicológico, por lo que hay muchos motivos que ayudan a que adquiramos este mal hábito, como pueden ser problemas externos, nervios, estrés... o problemas internos, no sentirse a gusto con uno mismo, o no estar contentos de como te ven los demás, por ejemplo... Pero lo que está claro es que hay algo que lo provoca, aunque a su vez es fácil entrar en un circulo vicioso, en el que la persona que se muerde las uñas está descontenta con la imagen que dan sus manos (por morderse las uñas) y eso aun empeora la situación.
¿Que puede pasar cuando nos mordemos las uñas?
La primera consecuencia, inmediata, es la imagen que da de nosotros. Por un lado la imagen de llevarnos las manos a la boca, y por otro la imagen de las uñas mordidas.
Pero la cuestión estética es quizá la menos importante, si tenemos en cuenta el resto de consecuencias:
- Transporte de gérmenes. De las uñas a la boca y viceversa, dando lugar a posibles infecciones tanto en las manos como en la boda, además la mayoría de las personas que se muerden las uñas suelen morderse también las cutículas y las pieles de los dedos facilitando aun más las opciones de coger infecciones.
Vemos dedos hinchados, cutículas y pieles que sangran, sensibilidad, infecciones micróbicas y virales...
- Atrofiar el crecimiento: En ocasiones podemos atrofiar el crecimiento de las uñas, creciendo estas deformadas, o llegando incluso a que dejen de crecer. Lo que da lugar a uñas pequeñas y dedos ensanchados.
- Problemas dentales y maxilares: El hábito crónico puede desgastar los dientes (por el roce constante de estos), favoreciendo a la caries. Además causa maloclusión (mal alineamiento de las arcadas dentales y mal posicionamiento de los dientes).
Estas son las consecuencias más importantes, y en mi opinión más que suficiente para tomar la decisión de atacar el hábito. Como hacerlo ya depende de cada persona y su caso.
Hay personas con casos graves que necesitarán resolver el problema que hay detrás del hábito. Y hay personas que únicamente deberán identificar en que situaciones recurren a morderse las uñas (nervios, exámenes, estrés, aburrimiento...) y sabiendo esto lo que pueden hacer es:
- En primer lugar tomar conciencia de las uñas, los dedos, las cutículas... Con esto quiero decir: saber que están ahí y que no hay que meterselo en la boca. Una buena forma de hacer esto es cuidar las manos y uñas, el hecho de ponernos crema, hacer masajes, pintar las uñas... Hace que tengamos más presente que hay que cuidar y no maltratar esa zona (que no deja de ser una parte de nuestro cuerpo, no la castigues)
- Substituir la acción de morderse las uñas por otras acciones que nos gusten, como comer algo suave, tomar una infusión, respiraciones profundas, leer... cualquier cosa que nos ayude a pasar el instante de tensión.
- Hay productos que pueden ayudar, como esmaltes amargos, o poner tiritas pequeñas... Pero lo que realmente nos ayudará es querer hacerlo. Si tenemos la voluntad y realmente queremos dejar de maltratar nuestras uñas y manos encontraremos el momento y lo haremos.
Para motivaros os mostraré el antes y el después de mi amiga Sara, de la que estoy orgullosísima! :)
Esta manicura de margaritas la hicimos cuando se mordía las uñas (se pueden ver las uñas cortas, y los dedos ensanchados en las cutículas y en las yemas).
Hacerte una manicura bonita te ayudará a no querer destrozarla.
Esta otra manicura es una de las últimas que hicimos, en la que salta a la vista que la uña está mucho más larga (ahora las tenemos que limar). Los dedos se han deshinchado, ya no le duelen.
El cambio es total, y las manos ahora se ven bonitas, sanas y cuidadas.
Espero os haya gustado, y sobretodo os sirva para dar el paso. No es una tontería, y merece la pena dejar de hacerlo, todo son beneficios.
Ah! Os puede ayudar tener una amiga pesada como yo que os recuerde que las uñas no se muerden, pero es por vosotras, jejeje.
Un saludo a tod@s, pero en especial a Sara que lo consiguió, y a todas las que aun lo han de conseguir... (mi prima Eva, Lídia, Esther...) Que sepan que tiene mi apoyo, y que les estoy esperando para hacerles la última manicura en uñas cortas :)
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